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Elsa Cleland, Ecóloga con KDE, Describe su Trabajo
“Una de las mejores cosas de ser ecóloga es que cada día es un poquito diferente. Algunos días los paso totalmente al aire libre – por ejemplo, si estoy montando un experimento o tomando medidas. Cuando hago experimentos, estoy tratando de entender por qué hay ciertas especies de plantas que crecen en diferentes hábitats. Paso mucho tiempo identificando plantos y midiendo su tamaño. También tomo medidas de diferentes condiciones del hábitat, como la cantidad de nitrógeno o agua en el terreno y las otras especies de plantas y animales encontradas ahí.
Otras veces paso el día entero al frente de una computadora, analizando datos que he colecionado, haciendo análises estadísticos para poder entender los resultados, y escribiendo reportes para compartir estos resultados con otras personas.
También paso mucho tiempo aprendiendo sobre los experimentos que estan haciendo otros ecólogos. Esta es otro beneficio de ser ecólogo (y es igual para todos tipos de científicos): pasas toda tu vida aprendiendo, aún después de terminar con tus estudios universitarios. Para seguir aprendiendo, yo atiendo charlas o seminarios en donde ecólogos describen su trabajo o leo reportes que ellos hán escrito.
Finalmente, hablo todos los días con los ecólogos con quien trabajo. Los experimentos y analises que hacemos toman mucho tiempo y experiencia, y sería muy difícil para una sola persona hacerlo todo – asi que trabajamos juntos. Esto es mucho mejor que trabajar sola en un proyecto, porque necesitamos aprender de cada uno, y es mucho más divertido trabajar en equipo.”
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